Volver a los Consejos

Colaboración

Publicado el 15 de agosto del 2022 y traducido el 13 de mayo del 2024

“¡Oye, deberíamos colaborar!” Es una frase habitual en los entornos de investigación, a menudo pronunciada por colegas o conocidos en conferencias. La colaboración es valiosa o esencial para muchos problemas. Pero no todos los trabajos requieren colaboración y no todas las personas son buenas colaboradoras. El entusiasmo inicial puede derivar en frases como “prometieron terminar su parte el mes pasado, pero no lo han hecho y ahora estoy atascado”. Afortunadamente, un poco de planificación previa puede facilitar colaboraciones productivas.

La colaboración es un esfuerzo de investigación en el que las partes trabajan juntas para lograr un resultado compartido. Pedir consejo o la revisión de un artículo no es colaboración en el sentido que aquí se le da. Dar a alguien tu código para que lo utilice en su propio estudio no es colaboración. Estas interacciones también son saludables y útiles pero no requieren la planificación que se describe a continuación.

Cuando te plantees una colaboración, identifica lo que quieres del compromiso y lo que puedes ofrecer. Puede que necesites un recurso o una experiencia específica para avanzar en tu trabajo. Puede que estés asesorando a un colega más joven, y colaborar te sirva para formarle a la vez que avanzas en tu trabajo. Tal vez puedas asumir un proyecto más ambicioso mientras disfrutas de un esfuerzo compartido. Contribuir a un equipo también puede ayudar a demostrar tus capacidades y a forjar tu reputación. A la inversa, identifica lo que tienes que ofrecer y describelo pronto para que tu colega vea tu propuesta como oportunidad.

Hay varias razones para evitar las colaboraciones. En primer lugar, el trabajo en colaboración es más complejo. Comunicarse, coordinarse, resolver opiniones divergentes y elaborar conjuntamente los resultados requiere tiempo y esfuerzo. En segundo lugar, los compromisos de colaboración pueden crear conflictos. Tu colaborador puede querer avanzar en direcciones contrarias a tus planes o a la financiación de tu proyecto (Si eres un estudiante de posgrado que busca colaboraciones, comunicalo pronto y a menudo con tu asesor para gestionar este posible reto). También es posible que asumas compromisos de los que luego te arrepientas, pero que no puedas abandonar porque alguien depende de ti. Al principio, las oportunidades son evidentes, mientras que estas posibles complicaciones acechan en la sombra.

El colaborador adecuado puede hacer o deshacer un esfuerzo. Busca personas con aptitudes y perspectivas complementarias. Trabajar con personas que comparten tus mismos intereses y formaciones es cómodo, pero puede ocasionar gastos de colaboración sin los beneficios de una experiencia variada. Intenta también encontrar colaboradores que traten bien a los demás y compartan el mérito. Puedes hacerte una idea hablando con tus colegas y comprobando si publican a menudo con otros. Lo ideal es que dispongan de los recursos, el tiempo y la motivación necesaria para lograr el resultado deseado. El incumplimiento de los plazos y la falta de respuesta pueden arruinar un proyecto, aunque el colaborador sea técnicamente capaz.

Al inicio de una colaboración sustancial, acuerda un plan con tus colaboradores. Entre los puntos a debatir debes considerar:

  • Los objetivos del esfuerzo

  • El alcance del trabajo, el calendario provisional y las > contribuciones previstas de cada persona.

  • Flujos de trabajo e intercambios:

    • ¿Habrá alguien que dirija y coordine el esfuerzo, o se > repartirán estas responsabilidades?

    • ¿Cómo y con qué frecuencia se comunicaran?

    • ¿Qué recursos se compartirán? ¿Qué herramientas se utilizarán > para compartir documentos y datos?

  • ¿Todo el mundo será libre de utilizar los productos de investigación > para futuros estudios, o algunos productos serán “propiedad” de > algunos individuos?

  • Autoría prevista del trabajo resultante.

Pon tu acuerdo por escrito para aclarar los detalles y utilizarlos como referencia en el futuro. Si el plan es sencillo, lo más fácil es hacerlo por correo electrónico, escribiendo algo como “Para confirmar nuestra conversación de hoy, esto es lo que yo entiendo de nuestro plan: … Por favor, hazme saber si he entendido algo mal o si tienes propuestas de revisión”. Redactar juntos una propuesta de colaboración es otra forma natural de llegar a un acuerdo.

Es tentador evitar la conversación sobre el acuerdo si tu esfuerzo surge de conversaciones casuales o si el colaborador es un amigo. También puede parecer prematuro llegar a un acuerdo si los planes aún están evolucionando. Pero hablar de estos temas es una buena manera de avanzar en el trabajo, y el acuerdo siempre puede actualizarse para reflejar las circunstancias cambiantes. También está bien llegar a un acuerdo a corto plazo: “vamos a esperar unas semanas más hasta que tengamos los resultados preliminares, y entonces podremos decidir si dejamos esto o tomamos más en serio lo de seguir adelante”.

Por último, ten un plan de salida. La mayoría de la gente empieza con buenas intenciones, pero algunos no cumplen sus promesas. Tu colaborador puede retrasarse o no cumplir lo prometido, así que mantente alerta cuando tengas una limitación de tiempo, como el plazo de entrega de una tesis. Ante la falta de avances o la divergencia de objetivos, considera la posibilidad de poner fin a tu trabajo actual y seguir adelante por separado.

Una buena base de colaboración puede respaldar proyectos productivos y satisfactorios a medida que se avance, supervise y reconozcan los esfuerzos de sus socios. Naturalmente, nos fijamos más en nuestros propios esfuerzos que en los de los demás, por lo que es fácil sobrevalorar nuestras contribuciones (“Lo hago todo yo solo …”). Evita el descontento documentando las contribuciones individuales en su acuerdo y apreciando conscientemente los esfuerzos de sus socios. Y mientras trabajas, no dejes de hacer preguntas y aprender de tus colaboradores. Crecer como investigador puede ser tan importante como los resultados obtenidos. Con planificación y esfuerzo, es de esperar que tu comentario inicial de “¡Oye, deberíamos colaborar!” concluya con un “¡ha sido muy productivo e interesante!”.

Registro

Por favor, utiliza el siguiente formulario para registrar tu información de contacto básica. Si lo deseas, recibirás actualizaciones ocasionales sobre nuevos software y publicaciones. No compartiremos tu información con nadie. Tu registro es útil para nosotros al evaluar la efectividad de las ofertas en esta página web.

Ve al formulario de registro